Aspanoa ha ayudado a 358 personas hasta el mes de junio, un semestre marcado por la pandemia del coronavirus. De estas 358 personas, 115 fueron niños con cáncer en las distintas fases de la enfermedad, 226 fueron sus padres y madres, y 17 otros familiares del menor afectado, sobre todo, sus hermanos.
Aspanoa hizo un gran esfuerzo para mantener su labor social durante el confinamiento, modificando las habituales intervenciones presenciales de sus profesionales por atenciones telefónicas y por videoconferencia. Todo ello para proteger al máximo a los niños, que son un colectivo de riesgo frente al virus por la enfermedad que padecen.
Así, desde mediados de marzo hasta finales de mayo, los principales servicios se mantuvieron con estas modalidades telemáticas: apoyo psicológico, apoyo social, alojamiento para familias desplazadas, atención neuropsicológica. fisioterapia, musicoterapia… Son servicios que, si ya de por sí resultan fundamentales, lo fueron aún más durante lo peor de la pandemia, en una situación en la que los chicos que estaban hospitalizados apenas podían salir de la habitación por precaución.
Desde el mes de junio, Aspanoa está recuperando poco a poco la atención presencial de sus profesionales en Oncopediatría y en sus sedes, siempre siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias y con la máxima precaucación. También se va reactivando paulatinamente la labor del voluntariado. En los casos en los que no es posible recuperar la atención presencial, se continúa ayudando a los niños y familias por teléfono o videoconferencia.
Aspanoa, como ya hizo cuando se decretó el estado de alarma, quiere apelar a la solidaridad y la responsabilidad de toda la sociedad para intentar tener la pandemia bajo control hasta que llegue la vacuna.