Hoy es el Día Mundial del Linfoma, una enfermedad oncológica que se da más en adultos que en niños, pero que aun así representa el 8% de los cánceres infantiles y adolescentes que se diagnostican cada año en España. En esta jornada, desde Aspanoa queremos mandar todo nuestro ánimo a las personas que tienen esta enfermedad a través de la historia de David, un joven zaragozano de 18 años que acaba de empezar la Universidad y al que agradecemos que haya querido contarnos su experiencia personal.

Día Mundial del Linfoma - Aspanoa

A David le diagnosticaron un linfoma linfoblástico en febrero de 2022, apenas dos semanas después de cumplir los 17. “Llevaba unos días encontrándome mal. Pensaba que era solo un resfriado fuerte. Fuimos a Urgencias y me dijeron que probablemente sería eso, pero después ya se supo que era un linfoma”, explica.

Nos cuenta que el inicio fue duro, porque estuvo cinco días en la UCI y, de hecho, no se enteró del diagnóstico hasta que afortunadamente lo bajaron a planta, donde pronto comenzó con el primer ciclo de quimioterapia. Indica que durante este tiempo “ha habido momentos mejores y peores”, pero que se ha sentido apoyado en todo momento por sus familiares y amigos.

El linfoma le pilló en mitad de 1º Bachillerato y David tuvo la suerte de que tanto sus compañeros como sus profesores le ayudaron a continuar con el curso. “Iba siguiendo las clases online, a veces incluso me metía en directo, y los profesores me mandaban tareas para ir haciendo”.

Nueve meses después del diagnóstico, en noviembre del año pasado, pasó a la fase de mantenimiento, y poco a poco fue recuperándose hasta el día de hoy, que es un joven que hace una vida completamente normal. Superó Bachillerato sin perder ningún curso, hizo la EVAU y acaba de empezar a estudiar Marketing en la Universidad de Zaragoza.

Señala que se siente contento de haber estado en una Unidad infantil en lugar de una de adultos “por el ambiente más familiar y cercano que existe” y, por último, envía un mensaje a las personas que hayan recibido recientemente un diagnóstico similar al suyo: “Que no se asusten y que tengan esperanza”.