Con el objetivo de reforzar el equipo médico de la Unidad de Oncopediatría de Aragón, así como conectar la parte clínica con la investigación de la enfermedad, Aspanoa lleva cinco años financiando una beca que ha permitido la contratación, en distintos momentos, de tres doctoras. La primera fue la doctora Yurena Aguilar, posteriormente fue el turno de Alba Fernández y ahora, desde el mes de noviembre, la beneficiaria está siendo la doctora Ana Sangrós.
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Se trata de una beca de dos años de duración que está cofinanciada a partes iguales entre el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) y Aspanoa. Cada entidad aporta 30.000 euros al año, lo que permite la contratación de dicha quinta doctora. Una profesional que no solo atiende directamente a los pacientes, sino que también sirve de nexo de unión entre la Unidad de Oncopediatría y el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón.
Tras terminar esta beca, la doctora Aguilar consiguió una interinidad en la Unidad de Oncopediatría. Alba Fernández concluyó su beca en marzo de 2024, para después continuar en la Unidad cubriendo una baja de maternidad y finaliza contrato este mes de febrero. Por su parte, la doctora Sangrós acaba de empezar su beca que se prolongará dos años, hasta finales de 2026. Esta profesional es licenciada en Medicina por la Universidad de Zaragoza, hizo la residencia de Pediatría en el Hospital Infantil y, posteriormente, continuó especializándose a través de un programa de tres años en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que concluyó el pasado junio.
Hemos reunido a estas tres profesionales para que nos cuenten su experiencia con esta ayuda y nos detallen qué ha aportado durante estos cinco años a la Unidad.
¿Cómo de importante es que Oncopediatría cuenta con una quinta médica?
Es fundamental porque la carga asistencial crece progresivamente. En los últimos años ha aumentado el número de pacientes así como la complejidad de los tratamientos aplicados. Por otro lado, el número de ensayos clínicos y registros en activo en la unidad crece de forma paulatina, lo que implica una carga de trabajo adicional. Afortunadamente, esto se traduce en un aumento de la supervivencia y en un mejor manejo del paciente.
Con respecto a otras unidades de Oncopediatría donde habéis trabajado, ¿la del Miguel Servet está suficientemente dotada a nivel de recursos humanos?
Nuestra opinión, especialmente tras trabajar en otros centros con mayor volumen de pacientes, es que no está suficientemente dotada. Otras unidades de Oncopediatría con un número de pacientes similar al nuestro cuentan con más personal médico. En ese sentido, esta beca permite mejorar la dotación de personal, pero probablemente debería considerarse que otro adjunto con formación en Oncopediatria formara parte estructural del personal.
Esta beca sirve también de conexión entre la Unidad y las investigaciones que se están haciendo en el IIS Aragón.
Es muy importante porque hay una tendencia creciente a que el personal médico no solo se centre en la parte clínica, que por supuesto es la fundamental, sino que también esté en contacto con el personal investigador. No tanto en la primera línea experimental, sino más bien estar en contacto con los investigadores para así ser conscientes de en qué dirección van las nuevas terapias y cómo se van a desarrollar. Hay otras unidades que tienen una parte de investigación más fuerte porque hay personal que dedica una parte de su jornada exclusivamente a ello. Pero aquí la escasez de personal lo hace más difícil. Aun con todo, esta beca nos permite construir redes con los investigadores, conocernos todos y buscar sinergias para ayudarnos y lograr los mejores resultados.
¿Qué os parece que esta beca se destine especialmente a profesionales jóvenes?
Es una gran oportunidad. Aunque en Oncopediatría nunca terminas de estar formado, porque la medicina va avanzando y tú avanzas con ella, con esta beca consigues perfilarte más y continuar formándote. La experiencia del día a día tiene un valor altísimo, distinto del conocimiento que adquieres con el estudio teórico. Es clave trabajar con otras adjuntas que tienen muchos años de experiencia para así aprender de ellas.
¿Qué os ha aportado personalmente esta beca?
Desde luego, te da una estabilidad laboral durante dos años que es difícil de conseguir de otra manera en nuestra Comunidad, sobre todo si, como en nuestro caso, buscas dedicarte a una especialidad tan concreta como ésta. Te permite de forma temporal continuar trabajando y aprendiendo al mismo tiempo en Oncopediatría en Aragón. Es fundamental que Aspanoa, además de todo el soporte que da a las familias, también apoye al personal sanitario e investigador. Esa parte de su labor es también muy importante y mejora la atención y cuidados que reciben los pacientes en nuestra Comunidad.