La cátedra que Aspanoa tiene con el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), dependiente de la Universidad de Zaragoza, ha decidido impulsar este año tres nuevos proyectos. Dos de ellos buscan mejorar el diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil, y un tercero se centrará en mejorar la calidad de vida de los supervivientes.

Cátedra Aspanoa 2024
De izquierda a derecha, las investigadoras Natalia Ayuso, Raquel Trillo, Vanesa Bataller, Aránzazu Otín, Juan Carlos Acín (gerente de Aspanoa), María Ángeles Pérez (directora de la cátedra Aspanoa) y el investigador José Manuel García. Foto: Asier Alkorta

Este es el segundo año de vigencia de esta cátedra, que el año pasado apoyó una investigación, aún en marcha, para mejorar la técnica de preservación del tejido ovárico de las niñas con cáncer para que así tengan más posibilidades de ser madres cuando sean adultas. En esta ocasión, los 16.000 euros que aporta la Asociación a través de esta cátedra se distribuyen en tres proyectos.

La primera investigación la lidera el científico José Manuel García Aznar, del I3A, en colaboración con Diego Sánchez (director científico de la Unidad de Terapias Celulares Avanzadas) y la cirujana pediátrica Ainara González del Hospital Infantil de Zaragoza. Su objetivo es testar en laboratorio si las nuevas inmunoterapias CAR-T, que ya se utilizan en algunos pacientes con leucemia infantil, podrían ser también efectivas con los neuroblastomas, especialmente los más agresivos. El neuroblastoma es un tumor sólido que se da casi exclusivamente en niños y es el causante del 11% de los fallecimientos por cáncer infantil.

El segundo proyecto lo coordina la investigadora Aránzazu Otín, del I3A, en colaboración con el BCMaterials del País Vasco. Su objetivo es crear una serie de biosensores que ayudarán a la detección temprana y seguimiento del cáncer pediátrico, ya que evaluarán biomarcadores claves en el desarrollo y evolución de distintos tumores infantiles.

Estos dos proyectos son de investigación básica, clave para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Por su parte, el tercer proyecto se centra en impulsar la calidad de vida de los supervivientes. Aunque el cáncer infantil continúa siendo la principal causa de muerte por enfermedad en la infancia, su supervivencia alcanza ya el 83% en España y cada vez habrá que destinar más recursos a prevenir y mitigar las secuelas que produce tanto el cáncer como los tratamientos, ya que alrededor del 70% de los niños que se curan desarrollan secuelas muy variadas con el paso de los años.

Este proyecto, que coordinan las investigadoras Natalia Ayuso, Vanessa Bataller y Raquel Trillo, desarrollará una aplicación digital con actividades físicas personalizadas para supervivientes de cáncer infantil. Con ello se pretende no solo mejorar su calidad de vida, tanto ahora como cuando sean adultos, sino también prevenir el desarrollo de secuelas. Está previsto empezar a testarlo directamente con los pacientes a través de los actuales servicios de Aspanoa, especialmente en los campamentos que la Asociación organiza en su Casa en Almudévar.