Pili Dena es voluntaria de Aspanoa desde hace 10 años, cuando se jubiló tras trabajar como administrativa en distintas empresas oscenses. A sus 70 años, vive en Almudévar, donde realiza la mayor parte de su voluntariado. Es madre de dos hijos y tiene un nieto y un segundo en camino.

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Pili Dena lleva 10 años haciendo voluntariado en Aspanoa, en concreto, en la Casa de Almudévar.

Pili, cuéntanos en qué consiste tu voluntariado.

La mayor parte del tiempo ayudo en la oficina a María José (la responsable de la Casa de Aspanoa en Almudévar), sobre todo con la contabilidad, para llevarlo todo al céntimo. Pero también colaboro en actividades: yendo a mesas informativas, echando una mano en actividades como la gala de jota de Roberto Ciria o también en la organización de la BTT, en la que suelo estar en las inscripciones del día o vendiendo camisetas en la meta.

La BTT es, sin duda, uno de los días grandes.

Hasta que no estás dentro no te das cuenta de la organización que lleva una actividad como esta. Es un evento muy bonito y diferente porque la gente viene con espíritu de colaborar, de pasarlo bien y de disfrutar en familia. Muchos ciclistas repiten cada año y a los voluntarios ya nos conocen y hasta se pasan a saludarnos cuando terminan la carrera.

¿Qué te aporta el voluntariado?

Cuando nos dais las gracias, yo siempre digo que no hace falta que nos las deis. Me emociona mucho la valentía de los niños y de sus padres. Me enriquece y estoy encantada de aportar mi granito de arena. Es una satisfacción enorme ver cómo los padres dejan a los niños en la Casa para cualquier actividad y que se marchen felices y tranquilos porque saben que aquí van a estar atendidos maravillosamente. Otro día también muy importante es el Homenaje Recuérdame. Los padres que han perdido a un hijo leen escritos preciosos. Al principio me impactaba mucho. No es lo mismo verlo en las noticias que vivirlo en directo. Su valentía y entereza son de admirar.

¿Recomendarías hacer voluntariado?

Sin duda. No hay que pensárselo. Le agradeceré siempre a María José que me llamara para ser voluntaria cuando me jubilé. Estoy muy contenta porque la labor de Aspanoa es maravillosa. He hecho buenas amistades con otros voluntarios y, además, aquí hay un montón de gente joven, que es algo muy importante.