Las investigaciones contra el cáncer infantil que se están desarrollando en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón) con el apoyo de Aspanoa están dando ya sus primeros resultados. Un año después de su puesta en marcha, los científicos han descubierto un nuevo biomarcador denominado “bismetilgliotoxina”, que ayuda a detectar de forma precoz una infección casi siempre hospitalaria causada por el moho aspergillus, comúnmente denominada ‘aspergilosis invasiva’, que compromete la supervivencia de algunos niños con cáncer.
El aspergillus es un moho muy frecuente en la naturaleza y que se encuentra en el aire. Por ejemplo, es el moho gris-verdoso que aparece en el pan viejo, en las naranjas, en las cebollas… El sistema inmune elimina este hongo automáticamente, pero cuando el paciente está inmunodeprimido, como es el caso de algunos niños con cáncer que están recibiendo tratamientos como quimioterapia, puede desarrollarse en los pulmones del menor, invadir el resto del cuerpo y ser letal. De hecho, alrededor del 30% de los niños con cáncer que contraen la aspergilosis invasiva fallecen.
De izquierda a derecha, Antonio Rezusta (Microbiología del Servet), Julián Pardo (investigador del IIS Aragón), Eva Gálvez (Carboquímica del CSIC), Carlota Calvo (Oncopediatría del Servet) y Pilar Domingo (Carboquímica del CSIC). Foto: Asier Alkorta.
El principal problema para el tratamiento de este hongo es que los actuales detectores son lentos y en ocasiones dan falsos negativos, retrasando el inicio de la medicación. Sin embargo, este nuevo biomarcador es capaz de detectar antes la infección y, además, podría contribuir a reducir los posibles falsos diagnósticos. Esto se ha podido comprobar ya con dos pacientes que estaban siendo tratados en el Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza contra la leucemia infantil: el diagnóstico precoz permitió adelantar el tratamiento con antifúngicos.
Durante doce meses, el investigador ARAID del IIS Aragón, Julián Pardo, junto a Eva Gálvez, científica del Instituto de Carboquímica del CSIC y Carlota Calvo, investigadora del IIS Aragón y jefa de sección de la Unidad de Oncopediatría del Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, así como Antonio Rezusta, investigador del IIS Aragón y jefe de servicio de Microbiología del Hospital Miguel Servet, han estado trabajando en torno a pacientes pediátricos afectados por leucemia. En total, en las validaciones clínicas han participado siete niños, a dos de los cuales se les pudo iniciar de forma precoz el tratamiento gracias al nuevo biomarcador. Los otros cinco dieron negativo, confirmándose que no habían contraído la aspergilosis invasiva.
Innovación en el Hospital Miguel Servet
Además de los resultados de la investigación propiamente dicha, este proyecto ha permitido introducir una innovación dentro de los servicios de Microbiología y Oncopediatría del Hospital Miguel Servet, dirigidos por Antonio Rezusta y Carlota Calvo, que lideran la parte clínica del proyecto de investigación, en el que también han participado Sandra Nabal y Concha López. Se trata de la determinación rutinaria, precisa y rápida de los niveles en sangre de voriconazol, uno de los principales medicamentos antifúngicos contra la aspergilosis invasiva.
Dado que cada persona absorbe, metaboliza y elimina los medicamentos a una velocidad diferente, este procedimiento es clave para que los médicos puedan adecuar la dosis de antifúngico para así poder eliminar el moho de forma más eficaz antes de que la infección cause daños irreversibles o bien evitar sobredosificaciones con efectos indeseables. Tanto el diagnóstico precoz -que se realiza en el CSIC- como la administración adecuada del fármaco conllevan además un ahorro económico al Salud. Este cambio de procedimiento es pionero en Aragón y permite al Miguel Servet ponerse en este punto a la altura de centros hospitalarios españoles de referencia.
Los resultados de esta investigación han sido presentados en el Congreso de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) celebrado durante este mes. A falta de continuar con las validaciones clínicas, ambos avances parecen indicar que mejorarán la supervivencia de los niños con cáncer afectados por la aspergilosis invasiva gracias al diagnóstico precoz, la eliminación de los falsos negativos y la adecuación de la dosis del medicamento.
Este proyecto de investigación está financiado por Aspanoa, el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza a través del IIS Aragón, el Departamento de Investigación y la Agencia Araid. La inversión conjunta a cinco años asciende a 450.000 euros, de los que 200.000 han sido aportados por Aspanoa.